El gesto técnico de hoy no es ni mucho menos novedoso. Pero aunque fue inventado hace ya muchos años, no es muy frecuente verlo en una cancha de juego.
Ya sea por lo complicado de su ejecución, o porque requiere de mucho trabajo para poder asimilarlo de forma natural, lo cierto es que son contados los casos de jugadores que se han atrevido a usarlo de forma habitual.
Además de su creador original, el americano God Shammgod, ex jugador de la NBA y actual entrenador de habilidades de los Dallas Mavericks, del que toma su nombre, apenas algunos más lo han incorporado a su repertorio ofensivo.
Entre los más famosos podemos citar a históricos como Cvjeticanin, Bodiroga y Manu Ginóbili mientras que Russell Westbrook, Chris Paul o Kyrie Irving son algunos de los nombres actuales a los que hemos visto llevar a cabo esta acción.
Hoy vamos a ver en qué consiste el Shammgod move, cómo puedes enseñarlo a tus jugadores y en qué situaciones de juego puede utilizarse.
Qué es el Shammgod
Para quienes no sepan de qué estamos hablando, el Shammgod Move, también conocido como «Látigo», es un dribbling de retroceso en el que el atacante toma el balón con la mano contraria a aquella con la que lo lanzó, acompañándolo de un cambio de dirección para superar a su defensor.
Comenzaremos con un tutorial que ilustre el movimiento. Aunque está en inglés lo he elegido porque es breve y nos da una imagen rápida de la acción que vamos a diseccionar.
Y a continuación, en este otro clip pueden verse algunos ejemplos del gesto técnico en cuestión aplicado en situaciones reales de juego.
Como puede apreciarse, hay dos variables que entran en juego a la hora de llevar a cabo este gesto. Por un lado está el cambio de mano que se realiza a la hora de recoger el balón y por otro el trabajo de pies.
En este sentido, hay quien establece una distinción entre Shammgod y «Látigo» en base a cual es el movimiento de pies que se lleva a cabo previo a la recogida del balón.
Vamos a entrar más en profundidad en este punto.
Látigo y Shammgod: ¿Son lo mismo?
Es frecuente encontrar tutoriales sobre el Látigo o el Shammgod en los que se nombra el movimiento de forma indistinta.
Sin embargo, Javi Huertas, en su canal de Youtube, establece una diferencia entre ambos, señalando como elemento distintivo el modo en el que se adelanta el pie en cada caso.
Es decir, aunque en esencia es el mismo movimiento, bajo esta propuesta de denominación podemos llamarlo Shammgod o Látigo en función del engaño previo que el jugador lleva a cabo.
Cuando tratamos de hacer creer al defensor que vamos hacia el exterior, «enseñando» la bola y posteriormente la recogemos para cambiar de dirección hacia dentro, estamos ejecutando el Shammgod. Aquà podemos ver un ejemplo de mano de D´Angelo Russell
Cuando, por el contrario, tratamos de hacer creer que vamos hacia dentro y para ello «protegemos» la bola realizando el apoyo con el pie cruzado, saliendo finalmente hacia el exterior, el movimiento se conocerÃa como Látigo. Un ejemplo de Látigo llevado a cabo por Oriol PaulÃ:
Por supuesto habrá quien encuentre esta diferenciación irrelevante y preferirá llamar a ambos movimientos del mismo modo, pero atendiendo a este detalle podrÃamos desgranar la secuencia de cada una de estas acciones de la siguiente forma:
Shammgod: enseñamos el balón, pie abierto, fintamos movimiento hacia afuera para romper hacia dentro
Látigo: protegemos el balón, pie cruzado, fintamos movimiento hacia dentro para salir hacia el exterior
Cómo entrenar el Látigo o Shammgod
A la hora de entrenar el Shammgod hay que dividir el trabajo en dos fases. Una primera que consistirá en dominar el gesto técnico, por medio de una progresión de ejercicios que permita llegar a realizarlo de forma fluida
El vÃdeo que se muestra a continuación es un ejemplo del trabajo que puede realizarse para que los jugadores vayan familiarizándose con el uso del Shammgod y terminen por llevarlo a cabo con un control total del balón y el cuerpo.
Para que el jugador no entienda esta acción técnica tan poco usual como una frivolidad, la segunda parte del trabajo es dotarle del conocimiento necesario que le permita entender su utilidad en un contexto de juego real. Es decir, entrenar en qué situaciones puede echar mano de ese recurso y como sacar ventaja de él.
Para ilustrar este proceso voy a usar un vÃdeo del trabajo que Xavi Sastre, director deportivo del CE Santa Mónica, realiza en su club.
Conclusión
La diferenciación entre Látigo o Shammgod no es un asunto que tenga trascendencia más allá de entender que, aunque el dribbling de retroceso es siempre igual (lanzar el balón con una mano y recogerlo con la otra), existen diferentes formas de mover los pies para llevar a cabo esta acción técnica.
En este artÃculo he querido mostrar también como el Shammgod o Látigo, pese a las pocas veces que tenemos ocasión de verlo en el transcurso del juego, puede ser un recurso de utilidad siempre que se le dedique el tiempo necesario.

Como en ocasiones anteriores en las que he analizado gestos de gran dificultad, surge la duda de si tiene sentido llevar acabo todo ese trabajo cuando probablemente ofrece más rendimiento emplear el tiempo en perfeccionar fundamentos como el tiro o el pase que se usan con mucha más frecuencia.
La respuesta vuelve a ser la misma. El entrenador debe asignar un recurso limitado como es el tiempo de entrenamiento a aquello que considere más importante, y es el propio jugador quien tiene que dedicar sesiones especÃficas y hacer ese sacrificio extra si quiere diferenciarse y destacar sobre los demás.
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