Este Domingo 17 de Julio se cerró la segunda edición de Procoach, el evento formativo que tuvo su primera edición en 2019 y que ha vuelto a reunir a un gran número de nombres destacados de los banquillos internacionales.
Hace un par de meses decidí que asistiría porque, además de que el cartel de entrenadores que impartirían los contenidos era verdaderamente impresionante, podría hablar aquí con conocimiento de causa sobre la experiencia, que a fin de cuentas es tan o más importante que los conocimientos que se adquieren.
El resultado es esta crónica, que no pretende ser más que un punto de vista personal. Quizá otros asistentes a Procoach tengan una opinión diferente, pero mi valoración de lo bueno y lo malo de Procoach es la que tendrás ocasión de leer si te animas a seguir hasta el final.
La Alquería del basket: un templo del baloncesto

Para alguien como yo que visitaba por primera vez las instalaciones, entrar en L´Alquería del basket resulta emocionante. No encuentro una palabra mejor para definirlo.
No se trata solo de la cantidad de pistas o de la estética tan moderna del recinto, es el ambiente que se respira.
El mural con las camisetas históricas de algunos jugadores importantes de Valencia Basket, o la cantidad de chicos y chicas que corretean por los alrededores hacen que de inmediato te sientas como en una especie de templo de este deporte en el que se está escribiendo día a día la historia de un club tan grande.
Sin duda se trata de un lugar ideal para desarrollar un acontecimiento de estas características y vista la implicación que existe entre Valencia Basket y la empresa organizadora Sportcoach, es de esperar que las siguientes ediciones vuelvan a tener como sede un lugar tan especial.
Los ponentes: un cartel de lujo

Poder asistir a un evento en el que prácticamente todos los maestros del clinic estaban o habían estado en competiciones o equipos top a nivel europeo era un reclamo más que suficiente como para abordar el esfuerzo económico que suponía estar presente estos cuatro días en Valencia.
A lo largo de las semanas previas Sportcoach había ido anunciando quienes serían los conferenciantes que estarían presentes en Procoach. Comenzando por Sergio Scariolo y continuando por otros nombres míticos como los de Obradovic, Kokoskov, Maljkovic o Xavi Pascual, el nivel de los ponentes resultaba apabullante.
Completaban el cartel otros entrenadores que, si bien no eran tan laureados como los ya mencionados, tenían una categoría fuera de cualquier debate.
Sito Alonso, Jota Cuspinera, Vule Avdalovic, Giannis Sfairopoulos, Sharon Drucker, Alex Mumbrú, Marina Maljkovic, Jordi Fernández y Carles Durán dieron lo mejor de cada uno para completar un ciclo de conferencias de muy alto nivel.
Medios técnicos: un despliegue espectacular
Hay que tener en cuenta que Procoach no es solo un evento presencial, sino que también podía verse retransmitido en directo y que las ponencias fueron grabadas para poder ser consultadas posteriormente en la plataforma por quienes hayan optado por la fórmula del curso completo.
En este sentido hay que dar un sobresaliente a la organización. Teniendo en cuenta que algunos ponentes dieron sus conferencias en español y otros en inglés, y no todos los asistentes dominan ambos idiomas, el servicio de traducción simultánea era una necesidad para que las charlas resultaran ágiles.
Pero además los clinics se grabaron con un total de 5 cámaras y un dron, lo que garantiza un resultado audiovisual espectacular. Tanto como las presentaciones de cada uno de los entrenadores en la pantalla de vídeo que se proyectaban previamente a cada masterclass y que creaban un ambiente perfecto para recibirlos con un merecido aplauso.
Los problemas técnicos fueron mínimos y normalmente resueltos con solvencia en un tiempo muy breve, así que otro aspecto en el que otorgar una valoración positiva.

Precios: el mayor freno
Un evento que reúne a lo mejor de lo mejor ya se intuye no podía ser barato. Y teniendo en cuenta que asistir a Procoach no solo implica pagar el coste del curso ( 500 euros en su versión más asequible), sino que también supone tener que desplazarse y pagar alojamiento y comidas, es lógico pensar que mucha gente a la que le hubiera encantado asistir, no ha podido permitírselo.
No obstante, según creí entender, Sportcoach llegó a algún tipo de acuerdo con las federaciones inglesa y francesa para que asistieran entrenadores de estos países, aunque desconozco si ese tipo de acuerdo suponía que dichas federaciones financiaran parte del curso.
Sea o no sea así, la realidad es que hubo quien llevó a cabo grandes esfuerzos económicos para estar presente en Valencia. Algunos entrenadores incluso llegaron desde países de América Latina, teniendo que costearse vuelos transoceánicos para acudir a Procoach.

Contenidos de nivel para una audiencia exigente
Resulta evidente que cuando se organiza un evento con este perfil, la mayoría de los asistentes van a ser entrenadores con un bagaje de conocimientos previos muy elevado.
Esto supone máxima exigencia tanto para la organización como para los propios entrenadores que dan las charlas, porque saben que necesitan aportar algo novedoso o avanzado para no defraudar las expectativas del público.
Hay que resaltar que entre los asistentes a Procoach se encontraban entrenadores ayudantes de Liga ACB y Liga Endesa, además de primeros entrenadores de equipos profesionales o semiprofesionales, y que a este tipo de entrenadores que ya trabajan día a día en la élite, no es fácil sorprenderlos.
Aunque las charlas no fuesen deslumbrantes en todos los casos, en los corrillos no escuché que nadie se quejara sobre los contenidos. Mi impresión es que de la gran mayoría de ellas se pudieron sacar ideas interesantes, lo que deja un balance final satisfactorio.
La experiencia: mi visión personal
La experiencia es el resultado de un conjunto entre lo que la organización propone y lo que cada uno decide hacer en el transcurso del evento. Yo tengo muy claro que el networking es tanto o más importante que el contenido formativo y en ese sentido mi objetivo de hacer nuevos contactos se ha visto cumplido.
He tenido ocasión de conocer a entrenadores de otros países, a entrenadores que seguía por redes sociales pero con quienes no había podido coincidir personalmente y de reencontrarme con algunos compañeros del Curso Superior.
Pero creo que la organización de Procoach no ha dado a este aspecto la importancia que merece.

Creo que el punto débil de este Procoach ha sido no ponerse en el lugar de los asistentes para proporcionarles una experiencia insuperable en todos los sentidos, no únicamente en el de los conocimientos.
Quien decide invertir 500, 1000 o 2000 euros en acudir a un evento espera recibir formación de primer nivel, pero también una experiencia en la que pueda disfrutar de principio a fin, y que sirva para objetivos más amplios.
Ya ha quedado clara mi opinión respecto a los profesores, los contenidos o el lugar de celebración, y todos ellos pueden considerarse sobresalientes. Pero eso no quiere decir que Procoach no tenga margen de mejora.
Lo menos bueno
La crítica pocas veces es bien recibida, incluso si se hace con una intención constructiva. Pero no he querido obviar las deficiencias (que las hubo) porque en mi opinión es importante saber qué ha funcionado y qué no lo ha hecho para poder mejorar.
Particularmente, no me gustó que Sergio Scariolo se cayese del cartel un par de días antes y que Jordi Fernández estuviese presente por videoconferencia en lugar de presencialmente sin que se nos hubiese advertido de ello, pero entiendo que son hechos que tampoco empañan el resultado final.
Sin embargo, Sportcoach debería de reflexionar sobre la idoneidad de organizar un evento en el que los asistentes deban pasar más de 8 horas al día sentados en los asientos de una grada.
La queja más recurrente entre los asistentes ha sido la incomodidad. Los dolores de todo tipo que ha ocasionado tener que pasar 4 horas por la mañana y 4 por la tarde sentados en un asiento minúsculo de plástico ha ocasionado que muchas charlas no hayan podido disfrutarse como merecían.
El tema de las comidas es otra cuestión que ha dejado una impresión negativa. Teniendo en cuenta que no estaban incluidas en el curso y el precio de las mismas, lo que se ha recibido a cambio ha dejado mucho que desear.
No digo nada que la propia organización no sepa. Aunque el servicio era subcontratado y se han disculpado con quienes pagaron por la comida regalándoles en compensación un curso de la plataforma, es algo que no puede desvincularse porque forma parte de la experiencia, por lo menos en mi caso.
Estoy seguro de que todos hubiéramos vuelto a casa mucho más contentos si hubiésemos podido disfrutar de cada masterclass en asientos más cómodos y si la organización nos hubiese obsequiado con un catering de categoría que además sirviese como excusa para estrechar contactos y conocer a otros entrenadores.
En definitiva lo que vengo a significar es que, aunque Procoach es posible gracias al trabajo de Sportcoach y de los grandes entrenadores que imparten las clases, no hay que olvidar que todo esto se paga con el dinero de la gente que asiste, y por tanto es en ellos en quienes hay que pensar antes que en ninguna otra cosa.

Conclusión
Cada uno cuenta la fiesta según le ha ido, y en mi caso el balance es positivo. Mi valoración general de Procoach es un notable, porque soy consciente del mérito que tiene organizar algo así y porque en lo particular he visto cumplidos mis objetivos.
Si hay una próxima edición en 2025 o antes, me gustaría volver a asistir, pero sería deseable que la organización pudiera tomar nota de estos problemas y solventarlos.
No sé si la solución es acomodar a la gente a pie de pista en sillas más cómodas o reducir el número de horas. Quizás un híbrido entre charlas en pista, conferencias en un salón de actos con cortes de vídeo y networking impulsado por la organización se acercaría más a mi idea de evento perfecto.
Pero de lo que no cabe duda es de que los que asistimos a Procoach 2022 sentimos que hemos subido un escalón en nuestra cualificación como entrenadores. Y que visto el esfuerzo realizado por Sportcoach para crear un evento memorable, el próximo Procoach será todavía mejor.
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